Elly De La Cruz fuera de la alineación de los Rojos: razones familiares y cambios estratégicos
CINCINNATI – El viernes por la noche, los fanáticos de los Rojos de Cincinnati se sorprendieron al notar la ausencia de Elly De La Cruz, el dinámico campocorto dominicano, en la alineación inicial del equipo en el primer juego de la serie frente a los Diamondbacks de Arizona. Esta ausencia no fue producto de una lesión o decisión técnica, sino de una situación personal de gran peso emocional: el joven pelotero viajó a la República Dominicana para acompañar a su familia tras la triste pérdida de su hermana mayor.
Según informó la agencia Associated Press (AP), Elly tenía previsto reincorporarse al equipo antes del partido. Sin embargo, un inconveniente logístico —la cancelación de uno de sus vuelos— impidió su regreso a tiempo, dejándolo fuera del compromiso de la noche.
El impacto de una pérdida familiar: la dimensión humana del béisbol
Elly De La Cruz, de apenas 23 años, se ha ganado rápidamente un lugar especial en el corazón de los aficionados por su carisma, energía y extraordinarias habilidades dentro del campo. Pero más allá de sus números y actuaciones, esta situación nos recuerda que los deportistas, por muy profesionales que sean, también enfrentan momentos difíciles como cualquier ser humano.
La decisión de viajar a la República Dominicana se tomó después de la derrota sufrida por los Rojos el miércoles anterior frente a los Cerveceros de Milwaukee, con un resultado desfavorable de 9-1. Aunque De La Cruz no fue colocado en la lista de duelo de la MLB, una figura formal que permite liberar temporalmente espacio en el roster por razones personales, el equipo había proyectado su retorno para el viernes.
El dirigente de los Rojos, Terry Francona, explicó:
«En realidad estaba tratando de llegar a tiempo para el juego, pero uno de sus vuelos fue cancelado, por lo que llegará más tarde».
Cambios estratégicos en la alineación por la ausencia de De La Cruz
La ausencia del campocorto titular obligó al equipo técnico a realizar algunos movimientos dentro del roster. Matt McLain, habitual segunda base del equipo, fue quien asumió la responsabilidad de cubrir el campo corto en el juego contra los Diamondbacks. Por su parte, Garrett Hampson ocupó la segunda base, ajustando así la defensa del infield para mantener el equilibrio del equipo.
La capacidad del cuerpo técnico de los Rojos para adaptarse rápidamente a estas situaciones habla de la profundidad del plantel y de la preparación de sus jugadores para asumir distintos roles según las necesidades del momento. Sin embargo, no cabe duda de que la ausencia de Elly se hace sentir tanto en la defensa como en la ofensiva del equipo.
Reaparición positiva: Christian Encarnacion-Strand vuelve al terreno
En medio de esta situación emocionalmente cargada, los Rojos también recibieron una noticia alentadora: el primera base Christian Encarnacion-Strand regresó a la alineación luego de haber estado en la lista de lesionados por 10 días. Su baja comenzó el 17 de abril, a causa de una inflamación en la espalda que lo mantuvo alejado del campo por varias semanas.
Encarnacion-Strand es un jugador clave para Cincinnati por su poder ofensivo y su presencia sólida en la primera base. Su retorno ayuda a reforzar la alineación ofensiva, y aunque no reemplaza la versatilidad atlética de De La Cruz, sí contribuye a mantener competitivo al equipo mientras el campocorto se reincorpora.
Más allá del juego: la familia primero
En momentos como este, el deporte muestra su lado más humano. La vida personal de los atletas no siempre es visible para el público, pero influye directamente en su desempeño y bienestar. Elly De La Cruz decidió acompañar a su familia en un momento doloroso, y esa decisión revela su madurez y sus valores personales.
Su historia es también un ejemplo para miles de jóvenes que lo siguen y lo admiran. Es un recordatorio de que la fama y el éxito no eximen a nadie del dolor y la pérdida, y que priorizar a la familia es una muestra de grandeza fuera del terreno de juego.
El respaldo del equipo y la comunidad
La organización de los Rojos ha manejado esta situación con comprensión y respeto. En ningún momento se ha presionado al jugador para que regrese de inmediato, y desde la dirección del club se ha dejado claro que De La Cruz tomará el tiempo necesario para volver en condiciones tanto físicas como emocionales.
Los fanáticos también han expresado su apoyo incondicional a través de redes sociales, enviándole mensajes de solidaridad y fortaleza al joven pelotero. Incluso jugadores de otros equipos han manifestado públicamente su respaldo, evidenciando la fraternidad que existe entre los profesionales del béisbol más allá de la competencia.
¿Cuándo volverá Elly De La Cruz?
Aunque no se ha fijado una fecha oficial para su retorno, se estima que Elly podría reincorporarse a las prácticas del equipo en los próximos días, siempre y cuando las condiciones de viaje lo permitan y él se sienta emocionalmente listo.
Su presencia es fundamental tanto por su rendimiento como por el entusiasmo que transmite al equipo. En la presente temporada, De La Cruz ha sido una de las figuras más consistentes de los Rojos, mostrando un crecimiento sostenido que lo perfila como uno de los futuros grandes nombres de la MLB.
Conclusión: una historia que trasciende el diamante
La ausencia de Elly De La Cruz el pasado viernes es mucho más que un cambio en una alineación. Es una historia que nos recuerda que los atletas también son hijos, hermanos, amigos y seres humanos con emociones, responsabilidades y pérdidas.
A medida que se desarrollan las próximas series, el regreso de De La Cruz será esperado no solo por sus estadísticas, sino también como símbolo de superación personal y compromiso con el equipo y consigo mismo.
Cuando vuelva, lo hará con una motivación renovada, sabiendo que tiene el respaldo de una comunidad entera. Y cuando cruce nuevamente esa línea blanca hacia el diamante, no solo estará representando a Cincinnati, sino también honrando la memoria de su hermana con cada jugada, cada carrera y cada batazo.
Así, el béisbol demuestra, una vez más, que es mucho más que un deporte: es un escenario donde la vida, con todas sus emociones, también se juega.
