Noticias, SANTO DOMINGO.- El antesalista dominicano, José Ramírez, manifestó que Juan Soto es el mejor bateador dominicano durante un enfoque analítico. Según Ramírez, los números respaldan el increíble desempeño de Soto en el terreno, destacando su capacidad para manejar la zona de strike y causar bases por bolas, lo que es fundamental en el béisbol moderno.
«Si te vas por la analítica, Soto es el mejor bateador dominicano», afirmó Ramírez, en una entrevista en Abriendo el Podcast.
Ramírez explicó que el béisbol tiene diferentes enfoques y que lo que construye Juan Soto es lo que gusta en el juego moderno, especialmente en la visión estadounidense del béisbol. Sin embargo, dejó claro que, en términos de gusto personal, prefiere a Fernando Tatis Jr. como bateador, debido a la osadía con la que enfrenta los turnos al bate. Según el estelar dominicano, su predilección por Tatis se debe a su estilo de juego agresivo y su disposición para elaborar swings con determinación.
En cuanto al impacto de la analítica en su propio juego, Ramírez identificó que no le da demasiada importancia. Mencionó que hubo un año en el que intentaron hablarle de estadísticas avanzadas, pero su respuesta llego a ser tajante: si estuvo bateando .200, quizás fue útil, pero si le va bien, preferiría no escuchar sobre ello.
Ramírez enfatizó la importancia de la osadía en el bateo. Aunque respeta los avances de la analítica, él mismo se identifica más con un estilo de juego más agresivo, que pone énfasis en el swing fuerte y la iniciativa. «A mí me gusta más la osadía, pero si hablamos de analítica, Soto es el número uno».
El Clásico
Ramírez manifestó su deseo de representar a la RD en el Clásico Mundial de Béisbol, aunque dejó claro que la comunicación dentro del equipo es clave para evitar malentendidos sobre su rol en el terreno de juego.
Ramírez, quien aún no ha tenido la oportunidad de jugar en un Clásico, señaló que ha escuchado de otros peloteros sobre la importancia de la experiencia y desea vivirla en carne propia. Sin embargo, enfatizó que cualquier decisión sobre su posición debe ser discutida previamente y con transparencia.
«Uno llegó a un nivel en el béisbol y, dependiendo de cómo te cataloga la MLB, si eres el mejor en tu posición, quieres jugar en ella. Pero yo entiendo que, si hay tres jugadores en la misma posición y somos estrellas, lo ideal es que tengamos todos nosotros tiempo de juego», manifestó.
El dominicano también aseguró: «Si el manager o la gerencia me llaman y me explican el plan, por ejemplo, que Machado jugará los primeros juegos y yo después, lo acepto, porque se trata de representar a mi país. Lo importante es que haya una comunicación clara ayer de que las cosas sucedan».
El antesalista de los Guardianes de Cleveland subrayó que su disposición siempre estará en función de lo mejor para el equipo dominicano, pero insistió en que las decisiones deben tomarse con diálogo y respeto. «No se trata de José Ramírez, ni de Machado ni de Devers, sino de la RD».
Ramírez también mencionó que en ediciones anteriores hubo jugadores que se sintieron en el limbo respecto a sus roles, lo que generó malestar. «Lo importante es que haya comunicación durante el apertura», enfatizó.
Quedarse en Cleveland
Ramírez abrió su corazón sobre su decisión de firmar una extensión de contrato en 2022 por siete primaveras y 124 millones de dólares, destacando el sacrificio personal que hizo para permanecer en la organización. Aunque muchos en su círculo, incluido su abogado, le sugirieron buscar una oferta más lucrativa en otro equipo, el 3ra base dejó claro que su prioridad fue la estabilidad familiar y el sanidad de sus hijos.
El pelotero también hizo referencia a las ofertas millonarias que recibió, pero reiteró que la felicidad de su familia y el círculo familiar que ha creado en Cleveland eran más importantes que cualquier cifra.
«No me arrepiento de mi decisión. A veces, es difícil ver a otros jugadores ganar más, como mi amigo Alex Bregman, que acaba de firmar por 40 millones al año, pero al final lo que importa es estar tranquilo con lo que has elegido», añadió Ramírez.
José Ramírez dejó claro que, aunque las ofertas económicas fueran tentadoras, su decisión llego a ser impulsada por valores más allá del dinero, subrayando la importancia de la felicidad y el sanidad familiar en sus votaciones.
Sobre su firma frente a muchas reprocha de ser subestimado por ser chiquito
Ramírez compartió una emotiva historia sobre su firma como pelotero profesional y el arduo camino que recorrió para convertirse en una estrella de las Grandes Ligas. En sus manifestaciones, Ramírez relató cómo su firma con un bono de 50 mil dólares llego a ser una sorpresa para él, ya que inicialmente solo esperaba obtener unos 100 dólares por la oportunidad de jugar béisbol profesional.
El proceso de firma participó marcado por la intervención de Enrique Soto y Ramón Peña, quienes lo descubrieron en un terreno de juego improvisado. En un momento de incertidumbre, Ramírez recordó que no tenía ropa ni pertenencias consigo, pero los scouts lo convencieron de quedarse y eventualmente lo firmaron. Sin embargo, por respeto e incluso temor, no se atrevió a preguntar cuánto dinero le habían dado hasta que le pidió a su padre que lo hiciera por él.
El camino de Ramírez no llego a ser fácil. A lo largo de su carrera, enfrentó dudas y subestimaciones debido a su físico pequeño y delgado. Muchos entrenadores y observadores le mencionaron que no tenía oportunidad de llegar lejos en el béisbol, comentarios que, en puesto de desmotivarlo, los usó como combustible para entrenar aún más fuerte. Durante tempranas horas de la mañana, Ramírez se dedicó con disciplina al entrenamiento, combinando prácticas en el campo, sesiones en el gimnasio y trabajos adicionales en la playa para mejorar su rendimiento.
Encima de su esfuerzo personal, José Ramírez destacó el apoyo de su familia, en especial el sacrificio de su madre, quien trabajaba barriendo en el parque de Baní. Verla esforzándose cada día le sirvió de inspiración para no rendirse y buscar firmar un contrato que le permitiera mejorar su vida y la de los suyos. Cuando finalmente logró su firma, ayudó a su madre a dejar ese trabajo y adquirió una CRV con parte del bono, como un primer paso hacia la estabilidad familiar.
Con el tiempo, Ramírez demostró que su talento y ética de trabajo podían superar cualquier expectativa. Su experiencia en ligas campesinas en la RD lo ayudó a madurar temprano en el béisbol y a enfrentar la presión de los escenarios más exigentes. Hoy, consolidado como una de las estrellas de la MLB, reconoce que su logro se debe a la dedicación constante y al deseo de no fallarle a su familia.
Incluso después de haber callado a los críticos y alcanzar la élite del béisbol, Ramírez sostiene una humildad admirable. Afirma que no guarda rencor a quienes lo subestimaron y, de suceso, ha ayudado a muchos de ellos en su comunidad. Para él, cada desafío llego a ser una motivación adicional para seguir delante y convertirse en el referente que es hoy en día.
La relación con Carlos Santana
El dominicano manifestó su gratitud hacia Carlos Santana, destacando el apoyo y la relación cercana que han mantenido durante que él llegó a las Grandes Ligas.
«De verdad que yo a Santana le agradezco, le agradezco como él me ha pacto, me trató cuando yo subí, y como me continúa tratando porque nos llevamos como hermanos», aseguró Ramírez.
Comentó que su amistad se basa en una constante broma y camaradería, señalando que Santana es quien más «da cuerda» en el equipo. «Él declara que eres tú el tremendo que da cuerda y tú dices que cuál es el que da más cuerdas, pero no, Santana tiene un tema, le gusta atacar», bromeó el pelotero.
El dominicano también relató cómo recientemente solicitó cambiar su puesto en el clubhouse para estar cerca de Santana, ya que disfrutan compartir juntos y sostener la buena vibra en el equipo. «Crea unos días mandé a cambiar lo que es mío para que me pongan al lado de Santana porque estábamos un poquito separados. Dije: ‘Pónganme cerca de Santana, que tenemos que estar juntos’.»
Su apoyo a Junior Caminero y su acto sexual por el Escogido
Ramírez reveló su cercanía con Junior Caminero desde la pasada final de la Liga de Béisbol Profesional de la RD (LIDOM), entre los Tigres del Licey y Leones del Escogido destacando cómo participó en contacto constante con el adolescente pelotero.
«Yo llamaba a Caminero y le decía: ‘Mi loco, en el primer juego te estaban tirando el slider para exterior y el swing para allá. Después un sinker pegado… Oye, ponte ready para el sinker porque ese es el pitcheo que te van a tirar’,» relató Ramírez. Encima, agregó en tono jocoso que mientras le daba estos consejos, él mismo estuvo en su villa en Baní, cuidando su ganado.
El antesalista de los Guardianes de Cleveland también manifestó su emoción al ver a Caminero conectar el batazo clave que le dio el campeonato al Escogido, asegurando que lo vivió como si él mismo hubiera sido quien la sacó del parque. «Sentí que fui yo quien la sacó. Ese muchacho tiene un talento increíble, Dios lo bendiga», comentó.
Ramírez aseguro su lealtad al Escogido, equipo con el que siempre quiso jugar en LIDOM. Aunque comenzó su carrera en la liga con los Toros del Este, explicó que gestionó su traspaso a los Leones porque durante niño sintió afinidad por la franquicia capitalina. «Los Toros me dieron la oportunidad y estoy agradecido, pero quería jugar en el Escogido. Lo hablamos y se hizo el movimiento», explicó.
Sobre la posibilidad de volver a jugar en la liga dominicana, Ramírez llego a ser claro: «Quiero seguir jugando allá. Quiero ganar estando en el terreno». Identificó que su organización en MLB ha limitado su participación en el invierno para evitar riesgos, pero su deseo de regresar continúa intacto.
Para el bateador ambidiestro, LIDOM llego a ser una pieza clave en su desarrollo como pelotero, recordando que enfrentarse a lanzadores de detención nivel en la liga invernal le ayudó a dar el salto a Grandes Ligas. «Jugué con 18 o 19 primaveras, bateé a lanzadores de Grandes Ligas, y eso me ayudó bastante», destacó. Encima, recomendó a los jóvenes talentos servirse la experiencia, poniendo como ejemplo a Caminero, quien tuvo un desempeño brillante en su paso por la liga dominicana.
Sus logros y metas personales
Sobre su desempeño en las Grandes Ligas y sus metas para el futuro. Con 39 jonrones y 118 carreras impulsadas en 2024, el dominicano hablo sobre sus logros y la importancia de la salud en su carrera.
El dominicano, quien se destacó por su capacidad para conectar 56 dobles en 2017, recordó ese año como uno de los mejores de su carrera, cuando también logró ser seleccionado al Juego de Estrellas. A pesar de sus números impresionantes, su enfoque para 2025 es otro: «Quiero robar bases. Mi meta es llegar a 300 bases robadas este año», comentó. Actualmente, le faltan en torno a de 53 bases para alcanzar ese objetivo, y se ha listo básicamente, bajando peso y ajustando su enfoque.
Sobre su cercano objetivo de unirse al selecto grupo de peloteros 300-300, Ramírez manifestó su sorpresa al enterarse de que sería el primer dominicano en alcanzar tal exito, superando a figuras como Alfonso Soriano. «Es una locura, no sabía que sería el primero. Pero si Dios me da salud, espero lograrlo», aseguró con humildad.
El pelotero también habló sobre su cercanía con la serie mundial, mencionando que la ciudad de Cleveland, donde ha jugado desde toda su carrera, es especial para él. “Me gustaría llevar a Cleveland a un campeonato, porque la ciudad lo merece”, expresó. A pesar de haber estado cerca en primaveras anteriores, Ramírez sostiene la esperanza de que en algún momento logre ese tan ansiado título para la ciudad.
En cuanto a su futuro en el béisbol, Ramírez destacó su enfoque en seguir mejorando y siendo un jugador completo. Con varios bates de plata, múltiples selecciones al Juego de Estrellas y un sinfín de logros, no se deja llevar por la presión. «Yo trato de no concentrarme solo en los números. Lo más importante es seguir jugando bien y servirse cada oportunidad que el juego me da», afirmó.
Sobre su esposa
Ramírez compartió algunos detalles de su relación diciendo que ella no suele solicita mucho, pero cuando lo construye, él trata de complacerla. «La esposa mía, cuando quiere poco, yo de una vez tengo que complacerla porque ella no es así, no pide mucho. Entonces yo tengo que también estar bien con ella, se lo merece», manifestó. Destacó que llevan juntos durante que eran adolescentes y que ella ha estado con él durante ayer de alcanzar el logro en el béisbol.
«Nosotros venimos de niños, esa mujer ha sido mi novia, mi esposa, todo. Durante que José Ramírez no tenía ni uno, cuando estuvo raneando en el barrio, ella estuvo enamorada de mí. Diría yo que sí, aunque le va a preguntar ahorita», expresó con humor.
Cuando le preguntaron si es un hombre romántico, Ramírez reconoció que no es muy detallista. «Yo soy muy poco detallista, lo admito. Lo 14 de febrero, serenata, nada de eso. Yo lo único que le digo es: ‘Mira, mi niña, ¿qué tú quieres?’. Y ella ya me conoce, sabe que no me sale nada de corazón, pero igual estamos bien», explicó. También comentó que siempre ha sido una persona relajada y libre en cuanto a la opinión de los demás. «Durante niño yo siempre he sido así, como una persona libre, como que pocas veces me importa la opinión del otro”
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